La epilepsia es una condición médica que se manifiesta por las convulsiones que puede producir. A pesar de que ya se ha desmentido que la epilepsia solo se aparezca a través de crisis tónico-clónicas -ya que existen episodios como las ausencias- estos espasmos suelen ser los más comunes y que tienen un mayor impacto negativo en las personas. Pero, dentro de la globalidad de las crisis convulsivas hay una tipología y detonantes que debemos explorar.
¿Qué son las convulsiones?
Las convulsiones son episodios en los que hay una actividad eléctrica anormal en el cerebro que provoca movimientos involuntarios del cuerpo. Pueden durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos y pueden ser de diferentes tipos. A menudo son el síntoma más notorio y preocupante de la epilepsia, ya que pueden ser bastante dramáticas y desconcertantes para quienes las presencian.
Tipos de convulsiones
- Convulsiones tónicas: Se caracterizan por una contracción muscular sostenida y rigidez en todo el cuerpo. Pueden durar desde unos segundos hasta un minuto y pueden ir acompañadas de una pérdida de conciencia.
- Convulsiones clónicas: Vienen dadas por movimientos musculares rítmicos y repetitivos en todo el cuerpo. Estos movimientos pueden durar desde unos segundos hasta un minuto y también pueden ir acompañados de una pérdida de conciencia temporal. De hecho, mientras el paciente se encuentra en crisis, su cerebro está parcialmente desconectado de la realidad.
- Convulsiones tónico-clónicas: También conocidas como gran mal, son las convulsiones más comunes en la epilepsia. Se caracterizan por una combinación de los síntomas de las convulsiones tónicas y clónicas. Comienzan con una contracción muscular sostenida seguida de movimientos rítmicos y repetitivos en todo el cuerpo. Pueden durar varios minutos y van acompañados de pérdida del conocimiento.
- Convulsiones mioclónicas: Son aquellas que se manifiestan por medio de movimientos musculares breves y rápidos en todo el cuerpo. Pueden ser únicos o repetitivos y pueden ocurrir en cualquier momento del día.
- Convulsiones focales: Se originan en una sola parte del cerebro y pueden tener diferentes síntomas, dependiendo de la parte del cerebro afectada. Pueden incluir movimientos musculares en una parte del cuerpo, sensaciones extrañas o cambios en la conciencia.
- Crisis de ausencia: Son un tipo de epilepsia generalizada que, a diferencia de las convulsiones tónico-clónicas, las crisis parciales complejas y las mioclónicas, no implican espasmos musculares, sino que consisten en una pérdida de conciencia de tan solo unos segundos, con episodios que son imperceptibles para quien no sabe de la condición de la persona. Pueden pasar fácilmente por distracción o cansancio.
Es importante destacar que cada persona puede experimentar convulsiones de manera diferente y que es posible que padezca más de un tipo de crisis; por ejemplo, un paciente puede tener ausencias y crisis parciales simples, que se caracterizan por movimientos acciones repetitivas, aparentemente sin sentido, mientras el paciente tiene la ausencia. El tratamiento para la epilepsia varía dependiendo del tipo y la gravedad de las convulsiones, por lo que es esencial que se realice un diagnóstico preciso por parte de un profesional médico especializado en neurología.
Causas de las convulsiones
Las causas por las que una persona convulsiona son variadas y ameritan un proceso diagnóstico para determinar el origen, es decir, pueden ser muchas. Algunas de estas son: genética, tumores cerebrales, una infección a nivel del cerebro por el consumo de carne de cerdo contaminada con una bacteria u otras condiciones de salud a nivel neurológico. En todos los casos, el factor clave es la predisposición con la que nace el paciente para que exista un detonante que, en algún momento de su vida, desencadene la condición; por ejemplo, uno de ellos puede ser la pubertad. Además, hay que tener claro que una sola convulsión no implica epilepsia, de modo que, en caso de que esto ocurra, hay que consultar de inmediato con un profesional de salud y someterse a los exámenes de rigor.
Lo que ocurre con la epilepsia es una sobreestimulación neuronal que desencadena un problema eléctrico en el cerebro. En el momento de la convulsión es como si el cerebro hubiese sufrido un corto circuito. Pero ¿qué puede sobre estimular a un cerebro? Son varios detonantes, los encontramos en la alimentación con el consumo de bebidas energéticas, chocolates, café, té, alcohol u otros alucinógenos; también puede deberse a factores como la fotoestimulación, falta de sueño o música a altos volúmenes. Evitando estos detonantes se pueden evitar la ocurrencia de convulsiones.
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